lunes, 5 de abril de 2010

FILOSOFÍA URBANA

La subsistencia de los artistas que logran el éxito llega al grado que llegan a tocar los límites de su existencia, teniendo constantes transformaciones, hasta llegar a la cima. Este es el relato de un hombre que hizo de sus vivencias su propia filosofía, y de su filosofía, su arte.

Brooklyn, Nueva York, de los barrios donde hay gente de todos lados, distintas formas de vida y pensamiento son parte del entorno. Fue donde el 8 de septiembre de 1971 nació Luis Armando Lozada Cruz. Aunque vivió poco tiempo en este bloque, desde pequeño conoció al mundo tal y como es, compartió la alegría con su familia y a la vez experimentó la crudeza de las calles de la gran manzana.

Posteriormente su familia resolvió mudarse a San Juan, Puerto Rico. Sus padres, Rafael y Margarita Cruz, se dieron cuenta de que desde temprana edad su hijo tuvo inclinación por lo artístico. Cuando Luis era un pequeño ingresó al Teatro Pobre de América. En ese entonces tan sólo tenía 10 años y la tarima del teatro logró despertar su talento.

En los 80’s el movimiento del rap y el break dance tuvieron un gran impacto en la radio, el ritmo y forma de narrar historias por medio de la música fueron lo que lo encaminó a ser un rapero.

Comenzó a cantar underground en la escuela y en las reuniones a las que asistía. Una de sus amigas le propuso traerle una playera de Nueva York con su apodo de niño, “Vico” y sugirió que se le agregara una “C” para que sonara similar MC. A Vico le agradó la idea y aunque la chica nunca le trajo la playera, sin querer le designó su nombre artístico. Él fue el pionero que propagó el movimiento del rap antes que nadie en la isla del encanto.
Para finales de 1980, “La recta final”, lo posicionó como el rapero número de uno de Puerto Rico. La melodía del mismo nombre se convirtió en la más importante de su carrera y el disco de producción es considerado un objeto de colección para sus seguidores. Las canciones "Viernes 13" y "El amor existe" también se convirtieron en rotundos éxitos.
En 1994 produce a otros artistas hasta crear su propio sello discográfico “VC récords”.
En sus presentaciones se entendía que el rap no estaba delimitado por el mismo estilo agresivo de siempre.
Luego conoció Sonia, la mujer que le robó el corazón y se volvió la más importante lección de amor de su vida, la que hasta hoy le ha dado tres hijos.
Todo iba bien hasta que un accidente de moto cambiaría su vida y lo llevaría a un nuevo despertar. Cayó en una profunda depresión, fue lo que lo llevó buscar refugio en un mundo que aparentemente lo sacaría de esa tristeza: las drogas.
"La adicción a la heroína, la cocaína, la marihuana y el alcohol comenzaron a acabar con mi vida, mi hogar y mi familia comenzaron a afectarse llegando a pensar en divorcio", recuerda.
"Después del accidente, cuando estaba bien pegado vino lo peor, me recetaron un montón de medicamentos y como no podía cantar, caí en depresión y decidí que lo mejor era estar anestesiado todo el tiempo", explica.

"Soy de la calle sin pena, no te lo niego, y lo que digo no se trata de un juego, tanto en el sexo como en la indiferencia, los niños aprenden por negligencia".
Conoció lo que es la soledad de una celda de prisión, aunque nunca se dejó llevar por ella. Al contrario, fue el momento en que se sintió más acompañado que nunca por su familia y los amigos.
A esto, se sumó el dolor por la pérdida de su madre, debido a una grave enfermedad. Sin darse por vencido y por el contrario, decidido a cambiar su vida, decide en la cárcel comenzar a grabar un nuevo disco.
Vico C es un icono de la cultura popular latina. Su filosofía de vida es la misma que honestamente ha vertido en sus canciones. Desde su adicción a las drogas hasta la vida urbana de los barrios de San Juan hasta el escenario de los premios Grammy’s y Billboard, desde la intimidad de una familia que lo respalda, hasta la ovación de un continente que lo aclama.
"Me siento bien agradecido que la gente me haya perdonado muchas cosas, siento que he recuperado terreno no sólo como figura pública, sino como hombre", reconoce.
"Soy un filosofo sin doctorado, porque en la calle yo me he graduado, soy el filósofo, sabiduría y demás".
No se necesita venir desde Atenas para ser tan sabio y elocuente.

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