jueves, 10 de junio de 2010

DESPEDIDA...

Buenas tardes directivos, compañeros, personal docente e invitados que nos acompañan, hoy es un día especial, hoy marcaremos el final de nuestra niñez, el final de nuestro principio.
Como recién graduados miramos con esperanza hacia el futuro, y luego ese futuro se transformará en pasado, ¿en qué momento comenzamos a pensar sobre el pasado y el futuro?
De niño, nunca pensé mucho en eso, extraño esos días, el poeta Robert Frost escribió sobre su despreocupada infancia trepando a los árboles: “una vez fui el balanceo de los árboles y sueño con volver a serlo”, yo también señor Frost, yo también.
Siendo sincero me atemorizaba el pensar que este día llegaría, que un día tendríamos que partir hacia distintos rumbos, cada quién tras sus sueños, hoy entendí que por muy lejana que esté marcada la fecha en el calendario, como en toda historia tiene que haber un final.
Hoy, después de un lapso de tiempo, decimos “adiós”, pero ese “adiós” no es sinónimo de “hasta nunca”, más bien es un “hasta luego” que muestra nuestras esperanzas, ilusiones, deseos, sueños, anhelos, ¿y porque no?, también temores.
¿Qué es lo que te da miedo?, me preguntaba constantemente mi mamá, así que me dispuse a reflexionar y he concluido que me angustia todo lo que está por venir, las materias que cursaré en la Universidad, reprobar, si la carrera que he elegido no es lo mío, etc.
Iniciaremos una etapa de suma importancia en nuestras vidas, pues de ella dependerá nuestro sustento en el futuro, no hay nada de malo en ello, será una era de nuevos conocimientos tanto intelectuales como para el diario vivir.
Conoceremos a gente nueva que tal vez se conviertan en nuevos amigos, claro que sin olvidar todas las vivencias que hubo entre nosotros, siempre estarán presentes en mi mente, será difícil olvidarme de todos ustedes, agradezco a cada uno por el tiempo que compartieron conmigo, por brindarme su amistad, por aceptarme tal y como soy, gracias.
Hoy culmina lo que para la mayoría comenzó hace tres años, para mí, hace dos, quedarán marcados con un gran abrazo y unas cuantas lágrimas sinceras, tantos días de exámenes, de cantos, de juegos, de pleitos, de risas interminables, de nervios, de alegrías. También veremos si es que nuestra amistad se termina aquí o se fortalecerá aún más.
A nuestros profesores y directivos, por aguantarnos con nuestra necedad y falta de compromiso en repetidas ocasiones, gracias por estar siempre al pendiente de nuestro desarrollo como estudiantes y seres humanos.
Pero sobre todo mil gracias al Creador, que nos da la vida y nos permite estar aquí, en este momento tan especial.
A nuestros padres por no perder la fe en nosotros y lidiar con nuestra inmadurez, sin ellos no hubiésemos llegado hasta aquí.
Hasta siempre amigos, vayamos en busca de eso que tanto deseamos en nuestros corazones, sigamos el trayecto, la vida no se acaba aquí, aún hay camino por recorrer.

miércoles, 9 de junio de 2010

EMPRENDER EL VUELO



Es hora de partir, nos debemos ir, ahora nos toca volar, y las alas desplegar, emprender el vuelo, en busca de la verdad, hacer una carrera y muy alto llegar…


Estamos preparados, de eso no quede duda, para eso fuimos educados para llegar a las alturas, no dudes jamás adonde quieres llegar, sigue tus instintos y nunca perderás…


Extiende bien las alas y seguro llegarás solo es cuestión de seguir al vientoy planear sin titubear, poco a pocoy sin miedo, llegarás al vuelo final…


Seguro en poco tiempo, los frutos llegarán,y serás en el firmamento una estrella más, habrás cumplido tu sueño… Y la meta alcanzarás, ¡de ser un grande, y exitoso profesional!

martes, 8 de junio de 2010

EL PESCADOR JAPONÉS

Por Nazim Hikmet

El pescador japonés muerto en el mar por una nube
mientras recogía el pescado, era joven. De boca de sus amigos yo escuché esta canción
en una noche amarilla allá en el mar Pacífico.

Quien come ese pescado, muere.
Quien toca nuestra mano, muere.
Este barco es un féretro negro.
Quien sube a bordo de él, muere.
Quien come ese pescado, muere.
No enseguida, sino poco a poco.
Su carne se va desintegrando.
Quien come ese pescado, muere.

Quien toca nuestra mano, muere.
La mano fiel y laboriosa.
Lavada por la sal y el sol.
Quien toca nuestra mano, muere.
No enseguida, sino poco a poco.
Su carne se va desintegrando.
Quien come ese pescado, muere.

Mi amor de ojos de almendra, olvídame.
Mi rosa, no me beses:
De mí a ti pasaría la muerte.
Mi amor de ojos de almendra, olvídame.

Este barco es un féretro negro.
Mi amor de ojos de almendra, olvídame.
El niño que podríamos tener.
Sería como un huevo corrompido.
Este mar es un féretro negro.
Este mar es un mar muerto.
¡Los hombres!
¿Dónde están los hombres?

lunes, 7 de junio de 2010

POEMA 20

Por Pablo Neruda

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

domingo, 6 de junio de 2010

COMO SOY NIÑO

Por Silvia Zurdo

Como soy niño
me gusta jugar bajo el sol,
hacer cientos de preguntasy explorar cada rincón.

Necesito tiempo, paciencia,
amor, comprensión
y cantar con el viento
su única canción.

Prefiero sonrisas y mimos
las veinticuatro horas del día,deseo contar las estrellas
y pintar un futuro con alegría.

Quisiera que algún mago
los sueños hiciera realidad
y que cada niño del mundo
tuviera una oportunidad.

sábado, 5 de junio de 2010

UNA DESPEDIDA

Anónimo
"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.
Dios mío si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que les ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un sólo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, ¡sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces.
Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuánto te importan".

viernes, 4 de junio de 2010

TERNURA

Por Alfonsina Storni

Septiembre. El duraznero, florecido, decora
las ventanas del cuarto. Las manos, de la madre
están blancas, exangües, y, sobre ellas, el padre
pone los labios buenos, tibios, y los demora...

Son jóvenes, son bellos y se aman. El niño
de diez días, desnudo, llora en el desaliño
de las telas nevadas y estampadas de flores.
Canarios de oro cantan bajo los corredores.

Es la siesta. La madre saca el seno jugoso,
blanco y suave. Trasiega su líquido preciosoa
la boca del dulce animalillo lerdo

que ejercita, al sorberlo, su delicia primera,
recogido en el brazo de amarillenta cera
que le ciñe la nuca. Yo miro y te recuerdo.

jueves, 3 de junio de 2010

NO QUIERO PERDER LA RAZÓN

Resulta complicado encontrarte, estoy justo detrás de ti, el aire se siente más frío, puede que sea una señal de que estoy envejeciendo, ¿porqué lo hiciste?, ¿cómo pudiste?, en medio de esas preguntas hay un “adiós”, pero se supone que ahora soy libre, ¿no es así?
Dejé mi auto enfrente de tu casa, mientras tanto observo a la mujer que amo, apenas y la conocí, y pasado un lapso de tiempo al fin hallé una forma de estar solo, me asusta el pensar que quizás pierda la razón.
Ella, tan humilde, con una mirada única, hay algo que me hace suponer lo que va a pasar, salgo fuera y acabas con todo, desnuda a plena luz del día, anda, cúbrete y vete, mentiría si digo que sufro, que siento dolor, porque ella no me quiere, dentro de mi propio juego me lastima.Volveré en algún otro momento, esto no se acaba todavía, fallé una vez más, necesito al mundo para asegurarme de que nunca te olvidaré, las lágrimas que derramas, haré lo que sea imposible por secarlas.

miércoles, 2 de junio de 2010

LO QUE DEBEMOS APRENDER DE ANTHONY HOPKINS


"Cuando te das de golpes contra la pared a lo largo de tu vida, te das cuenta de que algo no está bien y lo racionalizas. Cuando envejeces, enfrentas las cosas porque el tiempo se te está yendo. Mi filosofía a estas alturas es que no hay respuestas para nada. Nada tiene sentido. Para qué preocuparte si no hay respuestas en este mundo. Lo más interesante de la vida es cuando vas manejando y de repente ves un cementerio y dices 'gracias a Dios que no estoy ahí, ¿pero que estoy haciendo con mi vida mientras me llega el tiempo?', creo que de eso se trata todo“.

martes, 1 de junio de 2010

EL VERDADERO AMOR PASA

Por William Blake

Mis sedas y mi fino atuendo,
mis sonrisas y mi aspecto lánguido
el amor se llevay el lúgubre y flaco desalientome trae tejos para adornar mi tumba:
tal es el fin que los verdaderos enamorados hallan.

Su rostro es bello como el cieloal abrirse los briosos capullos.
Ah, ¿porqué le fue dadoun corazón que es helado invierno?
Su pecho es la venerada tumba del amor de todos,
a la que acuden los peregrinos de la pasión.
Traedme pala y hacha:traed mi mortaja.
Cuando haya cavado mi fosadejad que azoten los vientos y las tempestades;
en la tierra yaceré, frío como la arcilla.
¡El verdadero amor pasa!