
Fue así como poco a poco, sin darme cuenta, me convertí en un payaso, hice y dije cientos de disparates y mentiras para justificar mi condición, no me interesaba otra cosa, realmente estaba fascinado con aquello, ja, hasta donde recuerdo yo no había sido así en mi corta vida, quizá fue el descubrir que lo que me disgustaba tanto podía agradarme, supongo que fue eso.
Era protagonista de una comedia como ninguna otra, si a enamorarse superficialmente podemos llamarle torpeza, fui un torpe, caí varias veces, me lastimé varias veces, pero no me importaba, yo quería seguir en el juego, y así pasó el tiempo, pero afortunadamente un día pude escapar de aquel abismo en el que estaba atrapado.
Ya no soy un tonto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario