Este libro escrito por Rafael Toriz habla sobre el parecido que existe entre nosotros los humanos con algunos animales, de cómo en muchas ocasiones actuamos como ellos y a veces vemos la vida de una forma similar, claro que nosotros también somos “animales” seres vivos y poseemos inteligencia; pero existen características similares entre los animales y nosotros.
El libro cita a varios animales como el pato, avispa, rinoceronte, cocodrilo etc.
Un ejemplo del parecido entre la iguana y el ser humano es que a veces la conciencia es de sangre fría y en ocasiones eso tiene sus ventajas, podemos dar una apariencia con otras personas sin que nadie logre conocernos del todo, pero solo nosotros sabemos de qué lado se masca la vida.
Un ejemplo del parecido entre la iguana y el ser humano es que a veces la conciencia es de sangre fría y en ocasiones eso tiene sus ventajas, podemos dar una apariencia con otras personas sin que nadie logre conocernos del todo, pero solo nosotros sabemos de qué lado se masca la vida.
Otro parecido es el que tenemos con el cocodrilo es que no es de roca su textura al igual que los hombres. Los censores o sentidos de la piel no sirven solo para cosas como la caza, también en las noches bellas perciben una delgada música para acompañar el llanto, es decir no solo usamos nuestros sentidos para las cosas malas, también podemos ser muy sensibles y percibir cosas que suelen ser muy comunes para la mayoría.
Estos son algunos ejemplos que nos muestra el libro.
Los animales son la historia viviente y la voz de las cosas mudas del mundo, lo mismo pasa con los seres humanos, nosotros somos la historia y el futuro del mundo pero a comparación de los animales nosotros si podemos dejar una huella de gran trascendencia en esta tierra somos también la historia viviente y nuestra voz se escucha aun mas que la de ellos nos creemos ser dueños de la tierra pensamos que todo lo que hay aquí es nuestro pero no es así, somos seres parecido todo lo que coexiste en el planeta es de ellos como de nosotros y en vez de tratar de apoderarnos de lo que se nos ponga enfrente deberíamos aprender a compartirlo, porque no somos los únicos que vivimos aquí no todo es para nosotros, ellos fueron los primeros en aparecer y nosotros deberíamos tener en cuenta ese punto; pero no, preferimos cegarnos con nuestro egoísmo y hasta somos capaces de destruir el medio de vida de estas indefensas criaturas que no pueden defenderse de nosotros.
Los animales son la historia viviente y la voz de las cosas mudas del mundo, lo mismo pasa con los seres humanos, nosotros somos la historia y el futuro del mundo pero a comparación de los animales nosotros si podemos dejar una huella de gran trascendencia en esta tierra somos también la historia viviente y nuestra voz se escucha aun mas que la de ellos nos creemos ser dueños de la tierra pensamos que todo lo que hay aquí es nuestro pero no es así, somos seres parecido todo lo que coexiste en el planeta es de ellos como de nosotros y en vez de tratar de apoderarnos de lo que se nos ponga enfrente deberíamos aprender a compartirlo, porque no somos los únicos que vivimos aquí no todo es para nosotros, ellos fueron los primeros en aparecer y nosotros deberíamos tener en cuenta ese punto; pero no, preferimos cegarnos con nuestro egoísmo y hasta somos capaces de destruir el medio de vida de estas indefensas criaturas que no pueden defenderse de nosotros.
Este libro muestra con humor, sensibilidad e imaginación todos estos puntos su contenido es muy cierto además de que las imágenes que contiene son muy graciosas.
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