
Cuando ves la vida como un paquete completo, en el que hay: amor, muerte, momentos inolvidables y fracasos dolorosos, la aceptas como es. A partir de esa aceptación, te será posible adaptarte a ella. Pregúntate que capacidad oculta muy dentro de ti necesita salir a flote cuando te enfrentes a un nuevo reto. Las dolencias y desventuras son una gran oportunidad para ver como es que estamos viviendo la vida. Busca un espacio diario de reflexión en el que puedas meditar sobre los problemas a los que te enfrentas y como podrías solucionarlos, créeme, no hay nada benéfico en guardarse las cosas, de lo contrario terminarás loco. Somos producto de nuestras reacciones ante los retos. Somos caminos quebrados hechos por las tempestades de la vida.
Acepta tus circunstancias sean como sean, con humildad, de la misma manera acéptate a ti mismo, y no lo tomes como un pretexto para auto-compadecerte, sino como un reto que es necesario enfrentar.
Pregúntate: “¿qué puedo hacer al respecto?”, te sorprenderá como a lo sencillo que es solucionar un problema, una vez que dejes de pensar en él y te concentres en resolverlo. Las mejores oportunidades de nuestra vida, aparentemente son problemas. No importa cuáles sean estos. Siempre existe una solución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario