miércoles, 24 de febrero de 2010

EL PODER DE LAS PALABRAS


Si a alguien le dices: “te amo”, lo estás haciendo feliz. Y regresa a ti como boomerang.

Pero si le dices “no te quiero”, le clavas astillas a su corazón. Y para tu mala suerte, esas espinas también se clavarán en el corazón algún día.

Por una inexplicable razón, estamos diseñados para que conforme a nuestras palabras, sean nuestros sentimientos y nuestro destino.

Porque las palabras, no dicen lo que ves, sino lo que hay dentro de ti.

Podría preguntarte: ¿qué opinas del cielo nublado?, y si me respondes: “me deprime”, o “me da flojera”, me estás diciendo que tu andas deprimido, o que eres un flojo. Es el eco de tu alma. Pero si me respondieras: “me tranquiliza” me dices que te encuentras tranquilo.

Tus palabras son la que forman tu ánimo interior. Por eso, el consejo de ama a tus enemigos tiene tanto sentido.

No son las palabras que te dicen otros las que te hieren. Son tus opiniones acerca de ellas las que te hieren.

Lo que sale de tu boca tiene el poder de herirte o sanarte.

¿Quieres sentirte bien?, deséale el bien a tus semejantes.

No importa si la otra persona no se lo merece. Hazlo porque sabes que es por tu propio bien.

Tú decides como usar la magia de tus palabras.

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